"Cuando Adriana salió de casa aquella tarde se sentía la persona más desgraciada del mundo. Discutir con su madre nunca le había gustado, pero esta vez había llegado demasiado lejos, no estaba dispuesta a hacer lo que le pedía, ella no. Después de aquello ya no volvería a casa, lo había decidido antes de dar ese terrible portazo, su madre se lo merecía.
Eran las cuatro de la tarde y, aunque todavía no había anochecido, ya empezaba a hacer frío, por lo que Adriana se dirigió al centro comercial donde solía ir cuando estaba disgustada.
Una vez allí se dió cuenta de que no había sido una buena idea, la decoración navideña le recordaba tanto lo que acababa de pasar, que sintió unas ganas terribles de echarse a llorar.
Por qué tenían que salir tan mal las cosas, ella había intentado hacerselo entender, pero su madre nunca quiso escuchar, o por lo menos eso pensaba.
Su decisión de no volver a casa le había hecho sentirse mejor durante un rato, pero a medida que pasaban las horas empezó a echar de menos su acogedora habitación, su casa y, aunque le costara reconocerlo, a su madre.
Llegó la hora de abandonar el centro comercial y entoncés Adriana se dió cuenta de que no sabía a dónde ir, pensó en ir a casa de Elena, pero sabía que lo primero que le preguntarían sus padres es qué hacía tan tarde por ahí, así que desechó la idea.
Según pensaba qué hacer, empezó a caminar, y casi sin darse cuenta, se encontró en la zona alta de la ciudad, allí donde nunca antes había ido pues lo tenía terminantemente prohibido. Se paró en seco y, de pronto, sintió un miedo inexplicable, cuando intentó dar la vuelta notó como alguien la agarraba del brazo, entonces el pánico se adueñó de ella y, sin más, empezó a correr desesperada, o por lo menos eso pensaba ella, porque sus pies no parecían hacerle caso, no podía moverlos. ¿Qué estaba sucediendo?, ¿por qué no podía correr?, ¿dónde estaba realmente?. Todas estas preguntas se agolpaban en su cabeza, parecia como si estuviera a punto de estallarle.
Cuando se despertó, un sudor frío caía por su frente, miró a su alrededor y se dió cuenta de que no sabía dónde estaba, sentía frío y miedo a la vez, la habitación estaba practicamente a oscuras, salvo por una timida luz que iluminaba el fondo de la estancia. Entonces escuchó una voz..." (Continuará)
¿Qué crees que le había pasado a Adríana?, ¿por qué había discutido con su madre? y lo que es más extraño, ¿dónde estaba?
Si quieres puedes participar en esta historia y contar cómo crees que termina.